La expresión de tu marca personal y comercial es donde inicia la cadena de coherencia del branding estratégico, te permitirá alinear todos tus esfuerzos para conseguir la tan preciada confianza de tu cliente.
Sígueme en este post y aprende a mostrar tu astucia como un businessman.
Tal y como ocurre con todas las armas de la saga, los detalles y la alineación de elementos serán cruciales para lograr, en esta primera instancia, la confianza de tu cliente.
Te lo mostraré desde el lado contrario, tu cliente buscará en ti y en tu marca cualquier detalle que le genere desconfianza para no comprarte – ¿mejor?
Partiré del hecho que ya ejecutaste las 5 armas anteriores
Si no es así, devuélvete, todo tiene un orden lógico y cualquier acción que hagas sin superar la anterior será un desastre y la posible explicación de un proceso comercial lento e ineficiente.
La expresión de tu marca agrupa muchos elementos, quizá demasiados elementos.
Lo cierto es, que todos ellos forman lo que llamo la cadena de coherencia, esta preciada cadena es la única con la que lograrás cautivar y generar confianza a tu cliente.
Si bien, con las 5 armas anteriores lograrás un concepto claro y ganador, no es sino cuando llegas a la expresión cuando comienzas a comunicarte con tu cliente ideal.
A darle indicadores de lo que eres y por supuesto de lo que ofreces como beneficio y solución para él.
¿Puedes tener todo bien y destruir la estrategia solo con la expresión?
¡Sí!, precisamente ese es el poder la expresión de tu marca, que puede fortalecer o destruir toda tu estrategia de marca personal y corporativa en un momento.
Te mostraré algunos elementos de tu expresión que forman parte de la cadena de coherencia:
Tu portafolio de productos y servicios, el copywriting de tu marca o textos persuasivos, tu web y toda tu estrategia de comunicación hacia tu cliente ideal.
Por ejemplo:
Vuelvo a detalles como tu ropa, olor, acento, accesorios, puntualidad, gustos, temas de conversación, todas las señales que lleguen de ti a tu cliente son parte de la expresión de tu marca.
Es aquí donde te empiezas a deshacer en pedazos si no construiste tu marca de manera auténtica desde el inicio.
La autenticidad de tu marca te permitirá mantener la cadena de coherencia hasta el final del proceso comercial.
De lo contrario serás una farsa y por consiguiente te costará más esfuerzo ganarte la confianza de tu cliente.
¡Sin confianza no hay negocios!
No quiero decir que esto no ocurra en mercados diferentes al latino, pero en nuestras culturas latinoamericanas es más común que en otras:
Todos en algún momento hemos sido víctimas de estafas, engaños, proveedores ficticios o marcas inexistentes.
Que en su momento parecían ser reales y auténticas cuando nos estaban vendiendo sus productos y servicios y después eran una mentira.
Debes combatir con todas esas malas experiencias previas que haya tenido tu cliente antes de venderle.
Por eso te digo que cualquier detalle lo hará desconfiar.
¿Qué espera tu cliente?
Obviamente no espera un robot porque incluso si todo es perfecto también le generarás desconfianza.
Tu cliente espera algo tan subjetivo como que seas autentico y así mismo lo sea todo lo relacionado a tu marca y negocio.
Me gusta más hablar de coherente que de consistente y te explico por qué.
La expresión de tu marca es como cantar a capela: Cada detalle de tu voz será más notorio
Consistente vs. Coherente
La consistencia en una marca, se puede interpretar como que todos sus componentes son iguales, lo cual te puede traer consigo una expresión aburrida y monótona:
Es un poco lo que hacen las grandes corporaciones en su afán de generar confianza.
En cambio, la coherencia nos muestra con más movimiento y color en la comunicación, es decir, que si bien pertenece a una estrategia de marca, debes ser consecuente con cada elemento.
A diferencia de la coherencia, la consistencia en un punto puede generar desconfianza en tu cliente, ya que te mostrará poco autentico.
Es mejor buscar la coherencia en todos los elementos.
Para lograr una expresión de marca acertada ten en cuenta lo siguiente
- Pertenencia
- Detalles
- Elementos
- Familiaridad
Sentido de pertenencia
Nunca hables de tu marca como si fuera un ente a parte de ti.
Recuerda que en un small business prácticamente no hay separación entre tu marca personal y corporativa y tu cliente busca conectar contigo no con tu negocio.
Cuida los detalles
Esfuérzate por ser tu mismo coherente, con los elementos que uses en la marca, completa una historia:
La historia que le cuentas a tu cliente.
Tu objetivo es, que tu cliente te crea.
Usa la menor cantidad de elementos
Cuantos más elementos de tu expresión de marca intervengan en el proceso comercial con tu cliente, más detalles tendrás que cuidar.
Más bien, ve agregando elementos a medida que los vayas dominando.
Imagina cada elemento como familiar
Así te será más fácil saber que puedes y que no puedes agregar a tu familiar mayor “tu marca”.
A medida que te vuelvas un experto en la expresión de tu marca, ve agregando elementos que te ayuden con la cadena de coherencia.
Por ejemplo:
En una cita de negocios los elementos tecnológicos son de excelente ayuda cuando te quieres mostrar actual, vigente e innovador, pero te puedan dar una mala pasada si no los sabes usar o están pasados de moda.
Así mismo ocurre con tu portafolio, copywriting, web, ropa, accesorios, solo por nombrar algunos.
Reflexiona sobre esa presentación horrorosa que acostumbras mostrar a tus clientes en las citas de negocios, ese último pdf espantoso que enviaste a tu cliente por email o incluso ese fondo horrendo que muestras en tus videollamadas.
Todos son elementos que forman parte de tu cadena de coherencia, pero:
- ¿Te ayudan a mostrar un mensaje coherente a tu cliente?
- ¿O por el contrario te están perjudicando en tu proceso comercial?
Después de evaluar cada detalle:
Seguro que iras por un outfit nuevo para verte mejor en tu siguiente cita, pero no olvides que tu ropa es solo un pequeño elemento de la expresión de tu marca y cada detalle cuenta.
En la siguiente entrega te mostraré cómo tu portafolio puede ser un elemento determinante en la expresión de la marca y por consiguiente de tu proceso comercial.