El hombre contemporáneo confunde libertad con comodidad, y felicidad con irresponsabilidad.
¿Qué es ser un hombre libre?, ¿qué es tener el control de tu vida?, y diferentes preguntas pueden agobiarte cuando te hablan de tu felicidad.
Y la cuestión es que solemos confundir; libertad y felicidad con comodidad e irresponsabilidad, o peor aún; con no tener que decidir sobre tus acciones y asumir las consecuencias de tus omisiones.
Por ejemplo, a cuáles asuntos vas a dedicar tus mayores esfuerzos, en qué etapa de tu vida, o de qué se tratarán tus sacrificios para conseguir los resultados que esperas en tu negocio, entorno o desarrollo personal.
Esta dificultad viene de una mala interpretación de la libertad masculina, ser un hombre libre está más bien relacionado con elegir y decidir, con saber qué es lo correcto para ti y los tuyos y tener los huevos de hacerlo realidad.
En otras palabras, es estar a cargo, liderar, proveer, proteger y sobre todo, hacerte responsable por tus acciones (y todos) los involucrados. Es una de las diferencias entre un hombre y un adolescente (hombre incompleto).
No tiene nada que ver con no hacer nada, conformarte con migajas, porque entonces serías preso de tu pereza o ineficiencia, por eso, redefine tu propia libertad, sobre qué puedes elegir y accionar, y simplemente hazlo.
De lo contrario, nunca saldrás de la prisión del hombre mediocre, del niño a medio hacer, del adolescente inconforme de su existencia, y de su poca capacidad para cambiar e influir en su vida de hombre futuro.
Recuerda, que los hombres vinimos a liderar nuestro mundo, y si ahora ves pocos por ahí haciendo algo significativo, quizá te dé una mayor oportunidad para abandonar la prisión con verdadero significado, felicidad, realización y libertad para ti y los que te acompañan en tu viaje.
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