El crecimiento constante, puede no ser el mejor camino hacia el progreso y la libertad que buscas.
Este modo «consumista inconsciente» de que crecer es lo mismo que progresar, es insostenible, además de ineficiente para tu marca personal.
No quiero que me mal interpretes, y menos que digas que son pensamientos minimalistas propios de la mediana edad y que la cuestión es que ya no quiero luchar más por algo impuesto e intangible.
Estoy cansado de este mensaje simplista de que para ser exitoso tienes que ser grande, tener más cada día y si esto se ve reflejado en más dinero mucho mejor.
Puede que funcione para algunos, puede que sea una alternativa para otros, y puede que incluso, de felicidad temporal a los que no tienen nada más para estar bien.
Sin embargo, ¡cómo todo!, no funciona para todos, y este deseo incesante y en ocasiones, inalcanzable, puede volverse tu peor y más desgastante obsesión.
Me refiero a esta falacia de que vender más, ganar más, obtener más con tu marca y negocio, te vuelve un hombre más grande, y ante los demás; un hombre más exitoso.
Crecer y escalar
Antes de avanzar, intenta diferenciar el crecimiento del escalamiento; en los negocios, crecer está relacionado con más es mejor.
Por lo general, son esos mensajes «motivadores» de cajón que te incitan a volverte millonario como salida, porque si vendes más y tienes más se solucionarán todas tus carencias.
Incluso, que si dejas de pedalear (crecer) para respirar, terminarás en el baúl de los perdedores.
Puede que aún haya al que este enfoque de vendedor de carros de los noventas le funcione, sin embargo, si profundizas un poco verás que esto es una artimaña más del mercado para sacarte hasta la última gota productiva de tu energía.
Por otro lado, está escalar tu servicio, producto o negocio, y es este tipo de crecimiento (encapsulado) en que puedes vender más, sin incurrir en un aumento significativo de tus costos.
Así, vender más puede volverte más rentable, ¡más grande!, sin necesidad de invertir mucho más en tu infraestructura.
Y aunque no desacredito que escalar puede ser un método interesante para aumentar tu rentabilidad, creo que en la mayoría de los casos tu ansia te lleva al crecimiento desmedido esperando la misma proporción de la escala.
Las razones correctas
El meollo de esta reflexión, es que el problema no es el crecimiento per se, si no tu falta de foco a la hora de buscarlo y justificarlo.
Piensa que lo que te mantiene animado es el progreso constante, y crecer no desemboca progreso, así como progresar tampoco implica tener más, vender más o ser más grande.
El crecimiento injustificado no necesariamente te ayuda, incluso puede destruir los beneficios de tu marca.
Renzo D’Angelo
Si revisas tu entorno, verás negocios que eran fantásticos justo antes de que comenzaran a crecer, o de la avaricia de su propietario.
Estos productos y servicios eran geniales, cuando conocías al que los creó, cuando te sentías hablando con un amigo comprándolos.
Y luego, el crecimiento destruyó su esencia, su valor, y pasaron del negocio prémium personalizado, al estante de los productos plásticos.
Sé grande en lo correcto
¿Quieres crecer?, genial, entonces crece por las razones correctas; porque duplicarás la calidad y los beneficios para tu cliente, y no por envidia, validación social, o porqué ver a los demás creciendo lastima tu ego.
Crece porque eres un hombre intencional, amas pagar cuentas, trabajar para extraños y porque quieres ayudar a más personas con tu talento y liderazgo, y no porque eres un hombre retrógrado que se autovalida oprimiendo.
Recuerda, generar empleo no es tu responsabilidad, o por lo menos así lo veo, como algo que nos venden los gobiernos inútiles, trasladándonos su carga e ineficiencia para luego devolverles ganancias para sus fechorías.
- En mi caso, prefiero ser un maestro de mi arte, sea cual sea, incluso, así mi oficio no sea considerado un arte por los demás
- Prefiero ser menos e irme tranquilo a la cama, imaginando cómo puedo hacerlo mejor mañana, sin soñar con socios, empleados y cuentas por pagar
- Prefiero superarme a mí mismo en lugar de sobrepasar a quién sabe cuál competidor que siquiera conozco
- Prefiero ser pequeño porque me hace en esencia un hombre grande, con más tiempo y con más libertad para vivir y ayudar mejor a los demás.
Ahora, ese soy yo y mi modo desadaptado de pensar, aquí la cuestión es qué prefieres tú, ¿por qué lo eliges tú?
Porque aunque lo que hagas ahora te mantenga atrapado con miedos, complejos y creencias limitantes, las razones para crecer o no, serán tu elección y aunque no hay un único modo correcto…
Piensa, que nunca es tarde para cambiarlo y reanudar, menos cobarde —¿y por qué no?, como un hombre más grande.
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