Entiende la decadencia de la masculinidad moderna como tu elección y sello distintivo para triunfar.
Actualmente, el debate sobre la identidad masculina arde con intensidad, centrándose en cómo factores sociales y culturales pueden influir en su evolución.
No pierdas de vista lo siguiente: la masculinidad no es un mero constructo social, como pretenden hacerte creer algunos feministas. Está firmemente arraigada en nuestra biología.
En esencia, la masculinidad se conforma tanto por elementos biológicos como culturales. Simplificando: en el ámbito biológico, los hombres tenemos diferencias hormonales y fisiológicas notables. Estas divergencias se manifiestan en rasgos como una mayor masa muscular, una voz más grave y patrones de comportamiento robustos, competitivos, dominantes y de liderazgo que suelen asociarse a lo masculino.
Sin embargo, no limites tu percepción de la masculinidad a la mera biología. Elementos culturales y sociales son vitales para cincelar nuestra identidad masculina. En otras palabras, decides qué clase de hombre serás. Las normas y expectativas de género pueden influir (si lo permites) en cómo nos vemos y en cómo interactuamos con el mundo.
Aquí es donde el debate sobre la ‘crisis de la masculinidad’ adquiere relevancia. Algunos argumentan que cambiantes normas sociales erosionan una identidad masculina firme. En este contexto, debes equilibrar la aceptación de tus diferencias biológicas con la adaptación a una cultura que te quiere débil y sumiso.
Ni ignores ni subestimes tu cuerpo y mente. Comprender la interacción entre elementos biológicos y sociales en la construcción de la masculinidad es crucial para enfrentar este desafío.
Acepta que cada hombre es único y puede expresar su masculinidad a su manera; sin embargo, y aquí radica mi punto, no todo será percibido como masculino, ni por ti ni por los demás. Tampoco todo te acercará a tus metas.
Por lo tanto, a pesar de nuestra inclinación biológica hacia la fortaleza, la construcción, el liderazgo y la competitividad, tienes la libertad de ser un inútil que evita asumir responsabilidades y su propia masculinidad.
En síntesis, la masculinidad es un concepto complejo que abarca tanto lo biológico como lo cultural. Apreciar la sinergia entre estos factores es fundamental para entender tu identidad masculina en negocios, proyectos y marca personal.
Reafirmar nuestra autenticidad masculina nos potencia como líderes de carácter. Al margen de lo que puedas leer de autores que desprecian su propia masculinidad, al final del día, solo tú eres responsable de la elección del hombre que decidas ser, de tus ambiciones y de tus batallas ganadas.
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