Dosis de «dificultad» para un hombre

Cansado estarás de escuchar que el camino del hombre exitoso es difícil. ¿O será tu miedo a la dificultad?

Sin embargo, no siempre es claro dónde reside la dificultad, especialmente cuando, para el hombre con dinero y tecnología, todo parece fácil.

Primero, debes entender algo fundamental: el valor y la dificultad están inextricablemente unidos. ¿Sería valioso el oro si lo encontraras amontonado en cada esquina? No. Es la dificultad la que confiere valor y, por ende, deseo.

Si no es difícil, no vale la pena. Si te quejas de que algo es difícil, estás fallando en la lógica básica. ¿Suena duro? Tal vez. Sin embargo, es la realidad. Y los hombres que buscamos forjar un camino masculino debemos enfrentar esa verdad, sin fragilidad.

Piensa en cualquier proyecto que hayas emprendido o que estés iniciando en este momento. ¿Es difícil? Por supuesto. ¿Es importante? Absolutamente. ¿Es significativo? Sí, lo es. Precisamente porque presenta dificultades.

Entonces, ¿qué puedes hacer al respecto?

• Modifica tu perspectiva: reemplaza la palabra “difícil” por “importante”. Así, tu cerebro asociará el desafío con su valor real y la motivación surgirá de forma natural.
• Celebra el desafío: no te quejes de que es difícil, alégrate. Si fuera fácil, todos los tipos ordinarios lo estarían haciendo y perdería su valor.
• Céntrate en el Logro: adopta el verbo ‘conseguir’ en lugar de ‘tener’, esto refuerza en tu mente la idea de que el valor reside en el esfuerzo, en la búsqueda y en la conquista.

Comprendiendo esto, entenderás el verdadero valor de la dificultad. Así es como se forja la mentalidad de un hombre inquebrantable.

Al final del día, el hombre que enfrenta la dificultad con determinación y coraje es quien conquista su mundo.

Y en estos días, los medios, las redes sociales y la tecnología nos dan la ilusión de que todo es fácil. Puede que sea más fácil que hace tres décadas, pero lo que es fácil, lo es para todos. Por tanto, eleva la barrera de tu progreso, especialmente cuando no abrazas la dificultad como a un amigo.

Un fuerte abrazo, y gracias por continuar conmigo en este recorrido.