El maldito balance

El maldito balance


Ser un hombre «desequilibrado» puede ayudarte a alcanzar tus misiones imposibles.

Es complejo pensar que puedes ser un hombre de alto rendimiento sin apoyarte en la tecnología, ¿verdad?

Pues así mismo lo es, pretenderlo llevando una vida equilibrada, con todas tus áreas (familia, amigos, salud y trabajo) perfectamente balanceadas.

Sin embargo, gran parte del marketing contemporáneo se centra en hacernos creer que somos merecedores de esta maldición del balance.

Y claro, si quieres ser un hombre ordinario por siempre, puedes lograrlo, ser mediocre en cuatro áreas al mismo tiempo no debe ser muy agitado, ¿o si?

Lo realmente desafiante, es ser un hombre extraordinario y lograr tus misiones imposibles solo en algunas áreas, y es sobre lo que te hablo en este episodio.

¿Cómo despidiéndote del maldito balance, puede centrar tus esfuerzos en áreas específicas y sacar adelante tus proyectos más significativos?

Recuerdo haber leído sobre la teoría de los cuatro quemadores, en 2016, en esa adaptación, James Clear, quien no es el autor, planteaba cómo buscar este maldito balance, que yo le llamo, era realmente una desventaja competitiva.

La teoría de David Sedaris, habla de que tienes cuatro quemadores así, uno es tu familia, el segundo son tus amigos, el tercero tu salud y el cuarto tu carrera profesional o trabajo.

En a vida de un hombre equilibrado, tienes los cuatro quemadores encendidos, sin embargo, para ser un hombre fuera de lo común, debes apagar uno y para ser realmente extraordinario en algo, debes apagar dos.

Dicho de otro modo, si tienes cuatro mancuernas para ejercitarte, únicamente podrás levantar dos al tiempo, pues solo tienes dos manos.

Puedes encontrar muchas teorías al respecto, unas más creativas que otras, lo importante y con lo que debes quedarte es con el mensaje, de que no es posible ser un hombre de alto rendimiento y llevar una vida balanceada.

Ahora, todo esto puede sonarte desalentador, porque entonces, es la revelación de que nunca serás un hombre balanceado, nunca tendrás todo en orden. Todo depende de cómo lo mires.

A mí me gusta ver a la naturaleza como un ejemplo en muchos aspectos no tan lógicos de nuestra vida.

Por muy balanceada que pueda parecerte, tenemos estaciones, temporadas, unos animales asesinan y se comen a otros, y si bien podrías pensar que todo forma parte de un equilibrio natural, sumergido en la vida salvaje no parece ser tan claro.

Aunque, este episodio no se trata de la naturaleza, sino de cómo siendo un hombre digital puedes afrontar mejor el desafío del balance.

3 transformaciones digitales para potenciar tu desbalance y mejorar tus resultados productivos. 

  1. Digitalizar
  2. Externalizar
  3. Profundizar

Digitalizar

La transformación digital es la puerta al desequilibrio, aunque, antes de adentrarnos en cómo puede beneficiarte virtualizarte, precisas diferenciar, pasar algo a digital, de transformar una tarea en digital.

En la primera, haces lo mismo (eficiente o ineficiente) que en el mundo físico, y en la segunda, replanteas la tarea, y la reinventas (o eliminas) en digital.

Un ejemplo real, de una transformación digital que hice en 2012. Por esa época aún usaba líneas telefónicas en mis negocios, y cansado del desgaste que causaban, decidí eliminarlas.

Al comienzo las convertí en líneas VoIP y les activé un contestador automático que enviaba a los hombres de negocios que contactaban al sitio web del Estudio

Pocos meses después, que superé el miedo de eliminar ese canal de comunicación, desactivé tanto las líneas como los contestadores y borré el rastro de dichos números de todas partes.

Desde entonces, únicamente me contactan por canales digitales, formularios y mis clientes más cercanos por mi mensajería, si me conoces sabes que tampoco utilizo celular, lo eliminé en esa misma época.

En el primer cambio, únicamente digitalicé lo que ya funcionaba, en la segunda etapa, hice una transformación digital del proceso.

¿Este cambio te dará una vida más equilibrada?, por supuesto que no, al contrario, te dará más tiempo disponible para aprovechar el desbalance.

Como este ejemplo; evalúa qué procesos están obsoletos en tu modo de manejar tus negocios, qué sobra, quién sobra y qué puedes replantear en un escenario digital.

Externalizar

Cuando te vuelves un hombre digital, generalmente te encuentras con dos disyuntivas, hay tareas para las que no eres bueno, sin embargo, puedes aprenderlas, y otras para las que, no sirves y debes pedir ayuda.

Mi consejo es que siempre te des la oportunidad de hacerlo tu mismo, antes de pedir ayuda, porque incluso, formándote e intentándolo, también puedes identificar qué tipo de profesional o herramientas necesitas para esa tarea que no dominas.

Otro escenario interesante aquí, es identificar las tareas en las que eres bueno, disfrutas, pero eres muy lento, y con las que alguien «más económico podría ayudarte».

Por ejemplo, digamos que te gusta escribir artículos sobre una temática específica de tu negocio, sin embargo, te toma cuatro horas hacer solo un episodio de mil palabras.

Lo más seguro, es que haya redactores más experimentados que lo hagan en menos tiempo y por una fracción del dinero que vale tu hora de trabajo.

Así llévalo a las tareas más demandantes de tu negocio, y que no formen parte de su generación de renta principal. Todo en lo que no seas lo suficientemente bueno, y que después de estudiarlo, experimentarlo y no sentirte inteligente haciéndolo, es susceptible de ser externalizado.

Piensa, cuáles son esas tareas, actuales y resultantes de tu transformación digital, que puedes externalizar, usando las bondades de los universos en línea, en donde puedes contratar profesionales ubicados en cualquier parte del mundo.

Profundizar

Después de digitalizar y externalizar podrás repensar cuáles quemadores apagarás para lograr tus objetivos. Pues ahora contarás con el tiempo necesario.

Reflexiona que cuando persigues el balance, te la pasas buscando una utopía, que no existe, y si la consigues, es a cambio de sacrificar tus misiones más importantes, quiere decir, que al final seguirás siendo un hombre desbalanceado.

Una de las soluciones para superarlo, es suponer tu vida productiva en eras o estaciones. Así como no eres un hombre idóneo para hacer ciertas cosas, las mejores misiones se logran con inmersiones, o profundizaciones.

A qué me refiero; dedicarte una temporada de tiempo suficientemente intensa a una, o unas tareas específicas, que disparen esa área que quieres llevar al siguiente nivel.

Durante ese periodo de tiempo, los demás quemadores (no involucrados) deberán estar apagados o en modo latente. Es el único modo de no renunciar a tus sueños para siempre.

Porque la vida rara vez te permite mantener los cuatro quemadores funcionando bien al mismo tiempo. Tal vez en esta etapa de tu desarrollo profesional necesitas dejar de lado algo para marcar un hito. 

Un hombre siempre elige, y puedes hacerlo todo en la vida, sin embargo, no al mismo tiempo. A veces para lograr una misión imposible solo necesitas comprometerte con ese objetivo con toda tu concentración, por un tiempo.

Además, con frecuencia hay un efecto multiplicador que se produce cuando te dedicas totalmente a un área definida. Muchos hombres logran más yendo a tope en una tarea específica por algunos años que cuando invierten un esfuerzo tibio durante diez años.

Tal vez lo mejor es luchar por estaciones desequilibradas y rotar a través de ellas, según vayas avanzando.

Durante los últimos años, he estado invirtiendo mucho tiempo en mi marca personal y puedo centrarme en ello sin preocuparme demasiado por el dinero, pues cuento con otros negocios paralelos.

Aunque esto me llegó con los costos correspondientes. El quemador de los amigos va en caída libre y mi quemador de familia a penas y funciona.

En tu caso reflexiona:

  • ¿En cuál estación de tu vida estás en este momento?
  • ¿Cuáles quemadores estás dispuesto a cortar para sacar adelante tus objetivos?
  • Volviéndote un hombre más digital, ¿cómo podrías hacer cambios significativos en tu vida personal y profesional para lograr tu misión?

La teoría de los cuatro quemadores revela una verdad a la que debes hacer frente: a ningún hombre le gusta que le digan que no puede tenerlo todo, pero tanto tú como yo tenemos limitaciones de tiempo y energía. Cada elección tiene un costo. Resultados diferentes, requiere acciones diferentes.

Complementos

En el próximo episodio de esta serie: El secreto del autoaprendizaje, cómo siendo un hombre autosuficiente en línea, puede marcar gran diferencia en tu carrera profesional y negocios, así que no te lo pierdas.

¡Hasta pronto!


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Renzo D’Angelo

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