Abrir tu mente a nuevas ideas y experiencias, puede «expandirte» fuera de tus dogmas limitantes.
La curiosidad puede darte un poder oculto, porque rompe las paredes más fuertes de tu cárcel de creencias para conectarte con tu verdadera esencia.
Ser un tipo fisgón, osado y de mente abierta es atreverte, incomodarte, cuestionar las ideas afines contigo, y también profundizar en conceptos opuestos para reconocer tu ignorancia y avanzar.
Los hombres ordinarios, carecen de curiosidad, y con su ausencia pierden su flexibilidad, libertad y creatividad.
Por eso, es común encontrarte rodeado de zombis cuadriculados que solo repiten guiones de películas antiguas y desabridas.
En medio de tantas reglas, normas y juicios impuestos «y autoimpuestos», ¿qué innovación se te puede ocurrir?
Entonces, libera tu curiosidad, y con ella tu capacidad de cambiar, adaptarte y sobre todo, crear nuevas soluciones y mejores formas de ser un hombre más avanzado.
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