La autopromoción de un hombre

Los hombres que precisan “venderse” para atraer clientes, a menudo se sienten insuficientes.

Cuando comencé a hacer visible mi marca personal, y cada vez que inicio un proceso de profesionalizar la marca masculina de un hombre, encuentro miedos comunes, y la aversión a la autopromoción es uno de ellos.

En el ámbito de nuestros negocios, la noción de autopromoción se interpreta a menudo como una necesidad desesperada de atención.

Sin embargo, este enfoque descuida la esencia verdadera y efectiva del concepto, especialmente cuando se trata de construir una marca personal masculina potente.

La idea de la marca personal no es nueva. Tom Peters, en su famoso artículo “La marca llamada tú” de 1997, ya señalaba que cada hombre debe considerarse a sí mismo como una marca.

Esta visión fue una adaptación de conceptos previos sobre posicionamiento personal y profesional, destacados por Al Ries y Jack Trout en su libro “Posicionamiento; La batalla por su mente” de 1981. La clave de su consejo era ser un hombre distintivo, un principio que sigue siendo vital hoy en día.

Claves para la autopromoción de un hombre.

Clave para la autopromoción

Contrario a lo que muchos hombres podrían pensar, la autopromoción efectiva no se trata de enfocarse en uno mismo.

Los grandes líderes y los hombres de negocios más exitosos comprenden que superar esta tendencia natural y centrarse en servir a los demás es la manera más efectiva de alcanzar sus propios objetivos.

El verdadero arte de la autopromoción masculina radica en destacar cómo tus habilidades y servicios benefician a otros, no en simplemente promover tus propias cualidades.

La promoción personal también va más allá de las tácticas superficiales de marketing, como los descuentos o los códigos promocionales. Estos pueden ser útiles; sin embargo, una marca personal masculina se construye sobre una base mucho más profunda y estratégica. Incluso he publicado series enteras al respecto.

Es un error común pensar que se puede construir una marca personal sin tener en cuenta las necesidades y percepciones de aquellos a quienes deseas influir.

Lecciones de líderes exitosos

Si miras a líderes como Steve Jobs, entenderás que la percepción de un producto y su creador son esenciales para el éxito de una marca. Jobs no solo se enfocaba en la funcionalidad de los productos de Apple, sino también en la narrativa que los rodeaba, haciendo de cada lanzamiento un evento significativo que destacaba la innovación y la calidad.

Esto aplica igualmente en el marketing personal: tu marca es lo que los demás perciben de ti.

Por eso, cuando muestras tus negocios y proyectos con tu cara, experiencia y respaldo (tu marca personal), la confianza se dispara, facilitando todo tu proceso comercial, por simple o complejo que sea.

La importancia de los valores personales

Así que, una clave en la autopromoción es la alineación con tus valores personales. Los valores pueden ser intrínsecos, como la empatía y la autoaceptación, o extrínsecos, como el estatus y el poder.

Conocer y comunicar tus valores auténticamente es esencial para conectar con otros hombres que comparten esos valores, creando así una resonancia genuina y duradera. Y claro, dándote más seguridad a la hora de salir a “venderte”.

En resumen, no debes ver la autopromoción de un hombre como un acto de vanidad o autoenfoque, sino como una estrategia reflexiva para demostrar cómo tu presencia y trabajo mejoran el entorno y a los clientes que sirves.

Esta es la base de una marca personal masculina que no solo atrae a los clientes correctos, sino que retiene y fideliza a tus clientes y seguidores por más tiempo.

¿Te estás autopromocionando como un hombre auténtico o escondiéndote detrás de un simple logo?


Avatar de Renzo

Renzo D’Angelo

Coméntame

Clan de hombres disruptivos

Únete, y recibe mi correo semanal para impulsar tu marca personal masculina como un hombre prémium.