
Junto con el entorno, los compañeros y conocidos, son los mayores influyentes de un hombre.
Si sabemos que nuestro entorno moldea nuestros comportamientos, y nuestros amigos; parte de nuestra identidad.
Entonces, elegir mejor nuestras relaciones, amigos e incluso, creencias y valores, ¿no sería un detonante positivo de nuestro progreso?
Si lo evalúas a fondo, gran parte de tus decisiones, fueron influenciadas de un modo u otro, por un compañero, amigo o conocido.
En una conversación te dijo sobre aquella idea, en un juego te dijo que esto era buenísimo, o por el contrario, te contó su caso sobre un proyecto que salió mal y tú, por su experiencia, preferiste siquiera intentarlo.
Es más, muchos riesgos que asumes, es precisamente porque un amigo los asumió, y al parecer, los resultados no salieron mal o le salieron genial.
Si los comentarios de un amigo «a veces de un simple conocido» son tan importantes para ti, ¿por qué no filtrarlos?
No quiero decir que esté mal escuchar y atender a tus amigos, al contrario, si reconoces la influencia de los compañeros más allegados a tu vida, podrás seleccionarlos mejor.
Porque te guste o no, y lo reconozcas o no, tú eliges a cada individuo que te rodea, y los que no puedes elegir, sí que puedes determinar como es tu relación con ellos y así mismo su influencia en tus acciones.
Por eso, escucha con cuidado lo que te cuentan tus amigos, cuáles son sus retos, desafíos, a qué le temen y sobre todo, lo que buscan encontrar de la vida, los proyectos y sus entornos.
De seguro allí sacarás ideas geniales para tus emprendimientos, productos y negocios, aunque, antes de cualquier cosa, elige mejor a tus amigos, porque esto subirá el nivel de lo que pasa, influye y emerge de tu mente.
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