No importa cuan útil prometas ser, porque tus «acciones» te delatarán; el hombre que no aporta, estorba.
En el gran esquema de tu vida, el acto de contribuir positivamente a tu entorno, tiene el poder de transformar tanto a los demás como a ti mismo.
En este video, te invito a reflexionar sobre cómo puedes marcar una diferencia. Te desafío a actuar, a elegir un problema, un hombre equivalente, y convertirte en su solución.
Recuerda, los hombres más notables de la historia han sido aquellos que han encontrado maneras de agregar valor al mundo que les rodea.
Como dijo una vez Benjamin Franklin: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”.
¿Agregas o restas valor?
Es fácil quejarse y expresar inconformidades, sin embargo, ¿estás tomando medidas positivas? Una queja sin acción, solo resta.
Un hombre avanzado posee la capacidad de ver más allá de lo que le es posible al hombre ordinario, discerniendo entre lo que puede ser cambiado y lo que no.
Por tanto, centra tus energías e intelecto en aportar. Escoge un problema, encuentra a un hombre y conviértete en su solución.
Las vidas de los hombres brillantes siempre han girado en torno a sus soluciones disruptivas, surgidas de una búsqueda incansable por ayudar a otros hombres.
Aunque los contextos y las tecnologías pueden cambiar, en lugar de restar valor con resentimiento hacia el líder de turno, busca a quién puedes agregarle valor con lo que sabes.
Verás que nunca más necesitarás vender, bastará con compartir lo que puedes aportar.
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