Creando un blog masculino IV

Bitácora de un blog masculino · IV

Hace cuatro años inicié este blog y no me canso de crear lo que he declarado como uno de mis legados.

Aunque darle atributos de huella no perecedera a este proyecto puede sonarte exagerado, hoy lo veo de esa manera, ¡todo cambia y evoluciona!, puede que mañana piense diferente.

Emocionado es poco al compartirte este reporte, que como sabes (y si no) te lo cuento, lo vengo haciendo desde que inicié el blog y aquí te dejo los anteriores:

Más allá de un paso a paso en cada ciclo te cuento los pormenores, aprendizajes y dificultades de cada año, así que si eres curioso pásate por cada uno y saca lo que funcione para ti. ¿Estás listo?, ¡comencemos!

Crea nuevos aires y respira de nuevo

Este año quise celebrar el ciclo con un rediseño de todo el sitio, (incluido logo), que aunque me tomó una tonelada de horas, se me pasaron volando, quiere decir, que disfruté tanto el proceso como el resultado.

Cambié fotografías (antiguas), unifiqué sus filtros, fusioné algunas sagas duplicadas (audio y texto) y finalmente eliminé todas mis fotografías de los artículos (las detestaba).

Incluso, usar fotografías mías en algunas sagas y artículos fue una de las peores decisiones que tomé en su momento, en vez de acercar «que era mi intención» le dieron un aire artesanal al blog, algo que no coincide con mi mensaje.

Tras eliminarlas, (excepto de los videos) sentí quitarme un peso de encima, te lo cuento porque en parte, es una sensación que te acompañará por mucho tiempo con un blog personal.

Sentirte desnudo, vulnerable y juzgado será poco y si haces negación, empeorará. Solo lograrás que el complejo de no ser suficiente y de vez en cuando hasta farsante no pase, entonces, mejor asúmelo con tu marca personal.

En mi caso, como experto en marca masculina, es tan importante el contenido como su aspecto, aunque parezca un tema superficial, es mejor ahorrarte las justificaciones y no solo ser sino parecer también.

Progresa con cada nueva creación

Después de superado el campo visual, me centré en revisar todos los contenidos, fue una experiencia fascinante, aunque puedes avergonzarte de lo que escribiste o dijiste hace cuatro, tres o dos años, más gratificante es reconocer lo que has evolucionado.

¡Y con ese sentimiento me quedo!, aunque hubo redacciones desafortunadas que debí reeditar, la sensación en general fue de que así como te esfuerzas por aportar, tu también creces y sin este blog no hubiera sido igual.

Por eso, cuando crees algo para ayudar a otros, piensa, que en la creación tiene que ir implícito tu progreso.

De inútil a mediocre, y de común a influyente ¡Sé tu propio referente!

Mezcla tus conocimientos y vuélvete único

Ser un hombre creativo va más allá del objetivo de para quien creas, también va de crear tu propio camino, un recorrido, que en retrospectivo debe hacerte sentir orgulloso.

En la búsqueda constante de tu distintivo, no temas mezclar diferentes aspectos que te identifiquen.

En mi caso, aunque mi foco sigue siendo la identidad, mentalidad y productividad, lo he complementado con el desarrollo personal, inconformismo y minimalismo.

Temas que forman parte de mi ADN y se relacionan directamente con el empoderamiento de una marca masculina actual.

Para finalizar

No quiero despedirme sin antes invitarte a sagas que rebauticé como Hombre Disruptivo, un acumulado de mis artículos más personales (y más leídos) en un solo lugar.

En mi reporte anterior te dije que lanzaría la serie de Hombre Avanzado, ahora con más de veinte videos, fue una excelente iniciativa, luego en podcasting te cuento más.

Y por último, para este año me propuse mejorar y regrabar Hombre Digital, y crear una sola saga al año profundizando más en el branding masculino.

Como ves, tengo mucho trabajo por hacer; al momento que redacto esto he creado más de doscientas publicaciones y cada ciclo es un nuevo comienzo, y con solo animarte un poco a ser un hombre más creativo habré cumplido mi objetivo.

Gracias por leerme, por escuchar o ver cualquier episodio, y sobre todo por formar parte de este pequeño gueto de tipos raros con hambre de progreso, un abrazo y hasta el próximo ciclo.


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Renzo D’Angelo

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