La diferenciación es el poder oculto de un hombre prémium, aunque cargue con desafíos para hacerte desertar.
Si no estás harto de escuchar sobre la diferenciación en tus estrategias, servicios, marcas o negocios, es porque has vivido en una cueva los últimos diez años.
Forjar un distintivo se ha convertido en un poder, que al parecer pocos hombres logran y aunque requiere trabajo, veo más complejo ser el «raro» y esforzarte por encajar.
Claro que, como en todo, hay etapas más complejas que otras, en donde ser el anormal te trae más problemas que beneficios, sin embargo, en la realidad que vivimos tú y yo, es tan común ser común, que un poco de originalidad da aire fresco, ¿no crees?
Hay hitos en donde ser diferente es más notorio y te niegas a serlo, recuerdo, «y es mi caso personal», momentos como el inicio de la universidad, la primera entrevista de trabajo, el primer negocio, en fin, la primera vez de cualquier cosa que se te ocurra. Y a qué voy con esto; si analizas un poco…
Lo que te hace sentir un «hombre raro» es hacer algo que nunca has hecho, o que las personas de tu entorno no hacen.
Entonces, como te lo dije en el iniciado 2020, ser extraordinario cada vez es más fácil, porque la flojera de pensar te hunde en la mediocridad, y la moda es no pensar, para qué, si ya todo está pensado (eso diría un hombre ordinario).
Ahora, la cuestión es cómo resistir el nado a contracorriente, porque aunque ser auténtico te quita una carga de encima; ser rechazado por los demás te pone otra, y es donde comienza el reto que se extiende no solo en tus relaciones personales sino en los negocios.
Ventajas y desventajas de ser un «hombre raro»
- Ser diferente te vuelve disruptivo; y dependiendo de lo rancio de tu entorno esto te puede traer mejores oportunidades. La desventaja, es que lo mismo que te hace distinto aleja a los cavernícolas. En mi caso, los prefiero a kilómetros.
- Un mensaje discrepante te hace pensar; y hace que otras personas de tu entorno también piensen, dándote atributos de líder, experto e inteligente, sin embargo, la «mayoría» no quiere pensar, entonces desaparecen. Para mí es mejor, los que no piensan siempre son una carga.
- Sigues tu propio guion; y aunque no quiere decir que sea un libreto único, esto siempre da un poder oculto, dejas de vivir para la opinión de otros y creas tu versión del éxito. ¿Desventaja?, la incertidumbre de no leer el futuro ya predefinido. Para mí es genial moldear lo que haré.
- Te sientes un hombre real y valioso para tus simpatizantes (también raros); así como el autoconocimiento te engrandece, la baja estima te hunde, entonces creerte tu cuento te da seguridad. Los idiotas siempre interpretan la estima alta como prepotencia, ¡qué más da!, vive con eso.
- Creas una vida simple y con significado; cuando asumes tu rareza dejas de querer «demostrar» con cosas lo que no tienes en la cabeza, y todo se torna fácil de hacer. La desventaja es que tu entorno más cercano no lo entiende, entonces debes educar y llevar luz a la oscuridad de los que no ven.
No siempre me he sentido orgulloso de ser el tipo raro, por mucho tiempo me avergoncé por ser el bocón, el prepotente, el sabelotodo, el desadaptado, el sin amigos, el extraterrestre.
Sin embargo, hoy a mis 43 años veo ser «peculiar» como una gran fortaleza, sin eso nunca me hubiera atrevido a escribirte este blog, a grabar pódcast, a verme vulnerable, y menos a competir conmigo mismo.
Entonces, ser un tipo raro te puede ayudar a conseguir todo por lo que luches, insisto, hay tantos tipos comunes que irrumpir positivamente en tu entorno es más fácil que nunca…
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