Sí vales más con lo que tienes con valor, más vale que tengas mucho que contrarreste lo poco que vales.
Cuando no entiendes tu valor, no sabes cuánto lo que haces vale, y cuando desconoces tu impacto, lo derrochas en la estupidez.
En qué momento perdemos el norte, ¿o cuándo sabemos que lo encontramos?, lo cierto es que nuestro valor está en lo que valoramos, y a veces no es claro, porque adoramos lo que valoran los demás.
Renzo D’Angelo
Puedes aferrarte a las cosas materiales, a las ideas, a los pensamientos, a los modos de actuar que te limitan o te ayudan a conseguir más, menos o mejores resultados en tus entornos personales y profesionales.
Sin embargo, más allá de está “pasión” por poseer, está tu miedo a desposeer creyéndote sin valor.
¿Qué te quiero decir?, cuando necesitas un objeto, llámese una casa, un carro, o un artilugio costoso para que los demás sepan lo exitoso que eres; estás dándole a esos objetos un valor que no tienen y que tú tampoco tienes.
También las experiencias “buscadas desde la misma perspectiva” pueden ser un engaño a tu autovalía, porque las vives solo porque otros las vivieron y para “demostrar” que tú también puedes hacerlo.
Entonces, vives en una obra que no es realmente la tuya o no está diseñada por y para ti. Cuando dejas de seguir estos lineamientos marcados por otros, es cuando entonces sueltas la carga y te liberas de la esclavitud de vivir para esos otros.
Aunque podemos diferir en esto, pienso que escudriñar, identificar y potenciar tu valor, forma parte de tu propósito existencial.
No puedes responder por lo que no tienes, mas, si qué tienes la responsabilidad de responder por la masculinidad que posees, y hoy es un buen día para impactar con tu inteligencia y presencia.
Un fuerte abrazo, y gracias por continuar conmigo en este recorrido.
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