Ser ocupado no necesariamente significa ser eficiente, del mismo modo, estar «desconectado» no implica que tu mente también lo esté.
Todos los hombres tenemos la misma cantidad de horas en el día, sin embargo, no todos lo empleamos del mismo modo.
A menudo, se nos llena el día con tareas y actividades, y al final de la jornada nos sentimos agotados y nos preguntamos: ¿he sido realmente productivo hoy?
En este video, te invito a tomar un momento para reflexionar sobre tu productividad y cómo puedes retomar el control de tu tiempo y energía.
Benjamin Franklin dijo una vez: “No malgastes tu tiempo, pues de esa materia está hecha la vida”.
Es momento de darle un valor verdadero a cada minuto. Vuélvete el dueño de tu tiempo y transfórmate en un hombre más productivo.
¿Eres un hombre productivo?
En este dilema a menudo te encuentras desbordado: apagando fuegos aquí, atendiendo interrupciones allá, y al finalizar el día, te sientes como un hombre ineficiente.
La razón es simple: no estás al mando de tu tiempo, y nada cambiará si, en lugar de invertirlo en ti, se lo estás entregando a los zombis de allá afuera.
Si no tienes un propósito claro donde canalizar estratégicamente tu energía mental, nunca podrás gozar plenamente de tu tiempo.
Desconectar tus dispositivos e irte a una selva no es la solución, ya que tu mente estará en otro lugar; el verdadero desafío está en retomar el control de tu productividad.
Despoja a las redes sociales, mensajerías, y llamadas del poder sobre tu tiempo. Decide qué haces, cuándo lo haces y para quién lo haces, eso es ser verdaderamente productivo.
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