Por qué permanecer alerta y enfocado puede marcar la diferencia entre un hombre próspero y uno decadente.
Cuando eres un hombre “exitoso”, es fácil pensar que ya lo has logrado todo y que, desde ahora, puedes andar en piloto automático.
Y aunque dependerá de tu definición de éxito, la cuestión es que ves el marco como un logro y no como el recorrido.
¡Error!, porque terminas ignorando a los compañeros, proyectos y trabajos cruciales que te ayudarán a seguir avanzando y prosperando.
Tu familia, trabajo, emprendimientos, finanzas, físico, hasta aquel nuevo proyecto, son cosas importantes que debes cuidar.
Aun cuando persigas el maldito balance, recuerda que “El hombre vigilante es el hombre libre”.
Por eso, y para huir de la decadencia anticipada, debemos ser selectivos en cómo invertimos nuestro tiempo y enfocarnos en lo fundamental.
Escapar de los desafíos masculinos con alcohol, drogas, pornografía, juegos, apuestas, comer en exceso, sexo compulsivo, no aportará a la ecuación.
Debes preguntarte si esas adicciones te están ayudando, te están acercando al camino, o, por el contrario, te están alejando de tus objetivos y además, te están dañando al tiempo que dañas a los tuyos.
También, para permanecer alerta, puedes intentar servir, aportar más y ayudar sin tener siempre un interés.
Si te sientes remando sin sentido, pide ayuda a otros hombres que compartan tu visión, o mejor, que la cuestionen y expandan.
Aceptar ayuda no es de hombres débiles, es de más fuertes. Porque si logras manejar, procesar y gestionar tus emociones, serás capaz de controlarte como parte de esa libertad que tienes para elegir.
En resumen, mantenerte alerta y enfocado es más relevante de lo que imaginas.
Y con solo ser más selectivo para invertir el tiempo, enfrentar las adicciones, aportar y dejarte ayudar; tendrás otro modo de separar esclavitud de libertad.
Coméntame