Subsistir a condiciones adversas es diferente de ser un hombre disruptivo y desafiante del entorno.
Adaptarte a situaciones hostiles es clave para tu supervivencia como emprendedor, aunque, ¿será suficiente?
Cuando entiendes que sobrevivir no es igual que progresar, abres posibilidades de volverte más fuerte a situaciones inesperadas.
Y aunque siempre se ha considerado favorable la diversificación de los negocios, ahora es clave para lo que depare la tecnología.
Los negocios paralelos pueden ser tu carta bajo la manga para progresar, aun cuando tu entorno principal se desmorone.
Cuando se desatan cambios repentinos, nacen y mueren grandes oportunidades; la tecnología revoluciona lo estático.
La cuestión es prevenir que estos movimientos te sorprendan, diferenciando los conceptos de linealidad, balance, estabilidad, crecimiento y progreso.
Ser lineal es sobre mantenerte dentro de unos parámetros «normales» de caos, movimiento y estabilidad.
El balance es sobre estabilizar variables, que por sí solas no son fijas, puedes interpretar la estabilidad como sobrevivir en un término de tiempo, el crecimiento como sinónimo de más y el progreso va de mejorar tu versión actual.
Entonces, no es lo mismo sobrevivir que progresar, porque sobrevivir está más relacionado con «aguantar», con ser un hombre resiliente, tener la capacidad de volver al punto inicial después del caos.
En cambio, progresar requiere de activación, de sinergia, de movimiento voluntario, de mover el piso, aún sabiendo que este se está moviendo y no dejará de hacerlo.
Por eso, diversificar lo que haces «de un modo controlado y estratégico» te vuelve robusto a los cambios del entorno, porque mientras sobrevives con la estabilidad precisa, tus emprendimientos paralelos desafían lo inerte.
Así que no confundas soportar los desafíos con sobrepasar tus estándares, en la primera opción «si tienes suerte» puede que sobrevivas, sin embargo, la felicidad de un hombre está más relacionada con lo segundo.
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