La indecisión de un hombre es admisión, y lo que ves como falta de opciones, esconde cobardía.
Aunque pienses que tus malas decisiones, son una elección circunstancial, una jugada del destino, dicho de otro modo, ¡una calle sin salida!
La realidad es otra, si bien con tu nivel de conciencia eliges de un modo y el velo que cubre tu cara te impide ver las otras alternativas.
Siempre hay más colores de los que consideras, incluso de los que pueden ver los que consultas.
Porque cada quien elige un color entre la gama que puede ver, y sin la visión adecuada para identificar los matices, será poca tu maniobra.
No digas «no» a las alternativas por el simple hecho de decir «no», valora a lo que estás diciendo que «sí».
Cuando te niegas a cambiar, estás aceptando el destino de la inmovilidad y el conformismo de un hombre ordinario. ¿Cómo se conecta esto con tu marca y negocio personal?
Desde las ideas y productos que sacas adelante, hasta cómo evolucionas, pivotas e innovas con tus negocios actuales, sobre todo, cuando el entorno se sacude con variables que nunca habías considerado y que te obligan a intervenir el camino trazado.
Entonces, antes de tomar decisiones importantes sobre lo que marcará tu presente y futuro (y el de los que dependen de ti), engendra tu propio criterio buscando detonadores de ideas, reveladores de visiones más avanzadas, y prevé diferentes alternativas entre las opciones y sus posibles mezclas.
Pues en la unión de variables conocidas y desconocidas para ti, existen mutaciones que pueden llevarte a otro nivel, y no necesariamente de más, sino de mejor.
Si aceptas las cosas como los demás las ven, estás tragando entero algo que precisa de mayor proceso, por la pereza y la cobardía de asumir los riesgos.
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