Visualiza el horizonte, agita tu presente y define los pasos para transformar tu marca personal.
En acción; el análisis retrospectivo de tus 4 enemigos, el cuestionamiento de tu visión como un hombre real en introspectivo y los 5 estados de tu realidad:
Serán tu matriz de inicio por un camino, que en acción dejará de ser desconocido.
Pensar, analizar, evaluar, prever, planear y soñar no te servirá de nada si no pasas a la acción en algún momento del proceso de sacar lo mejor de ti para transformar tu marca personal en excepcional.
Pasar a la acción puede ser complejo
Aunque más complicado será que pases a la acción sin una visión y estrategia definida.
Visualizar el horizonte, en este caso, como un hombre real, auténtico y eficiente, será tu mayor reto.
Tu punto partida ya lo tienes, ahora necesitas el trayecto y tu posición de llegada.
Para ser un ganador; necesitas un recorrido y una meta ¡Determina tu destino!
Suena lógico y aunque puedes escuchar por todos lados que es más importante pasar a la acción que otra cosa:
Si no planeas bien, te puede pasar; que salgas como loco a comerte el mundo o a estrellarte contra él, por ni siquiera haber definido una ruta y un objetivo final.
Para mí, lo más importante antes de que te pongas en acción, es que tengas claro cómo fortalecerás tus debilidades y aprovecharás las fortalezas y cómo obtendrás el resultado final.
Esta definición marcará tu plan de acción, que no es otra cosa, que definir por dónde te vas; para llegar al lugar que quieres.
Para tener acción y conseguir lo que me propongo, me centro en 2 ejes tácticos, te mentiría si te digo que siempre consigo lo que quiero, pero al final, quedo tranquilo porque no me quedé sin intentarlo.
2 ejes tácticos para accionar con tu marca personal
- Caminos
- Objetivos
Caminos
Puedes definir tu camino, como uno solo, yo prefiero tener varios, siempre relacionados con la complejidad de los objetivos, para definirlos divídelos así:
- Cortos
- Extensos
- Proyectados
Cortos
Están relacionados con objetivos a corto plazo y «fáciles» de alcanzar, dentro de tu plan de acción debes tener tantos como sean necesarios para no perder el entusiasmo, por ejemplo; metas mensuales y trimestrales.
Extensos
Son los asociados a objetivos de largo plazo, te sugiero que no sean de más de un año, en una marca personal, un año puede ser una eternidad, es mejor que puedas ver a la distancia, a no saber lo que te encontrarás.
Proyectados
Estos son los más largos y susceptibles de cambios, mejoras y deben tener capacitad de adaptación a tus circunstancias, entorno, cambio de mentalidad y visión, por ejemplo; máximo tres años.
Objetivos
Para el caso de los objetivos, categorízalos por su tamaño, por ejemplo; mide tu camino en distancia y el objetivo en tamaño, está puede ser una alternativa:
- Pequeños
- Fracionados
- Grandes
Pequeños
Visualízalos como metas asociadas a un camino corto, nuevamente «fácil» de conseguir, ten muchos objetivos pequeños antes que fraccionados y grandes, insisto en que son los motores de tu entusiasmo.
Fraccionados
Los objetivos compuestos los puedes conformar, por varios pequeños o la fragmentación de un objetivo grande, por ejemplo, 3 objetivos fraccionados te hacen acreedor de uno grande o 3 pequeños hacen 1 fraccionado. Asócialos a caminos extensos.
Grandes
Los objetivos de mayor tamaño por si solos, debes evitarlos, siempre procura conformarlos por varios fraccionados y asócialos a caminos proyectados, es la mejor manera de tenerlos vigentes en tu visión, pero sin generarte frustración por su complejidad o tiempo para alcanzarlos.
Ahora actúa
Aún teniendo definidos los caminos y objetivos, te puedes quedar en una simple planeación. Entonces, ahora crea la acción asignando a cada camino y objetivo una serie de tareas con tiempo, responsable y presupuesto.
Sé que parece sencillo, pero si lo has intentado, ya sabrás que la realidad puede ser un desastre.
Entonces, profesionaliza el tema, cuanto más artesanal tengas todo, más posibilidad tienes de abandonar y perder tiempo en el camino.
Yo lo manejo así
Como te lo conté en tus herramientas, manejo mi vida unificada (Personal + Profesional), todo lo tengo en digital, nada físico a excepción de mis dispositivos y vivo optimizándome constantemente para tener una vida más simple y eficiente.
Te digo esto, porque si eres retrógrado y cavernícola, pasar a la acción te tomará, probablemente el doble o triple del tiempo.
Y además vivirás culpando a colaboradores y herramientas de tu ineficiencia.
En mi caso, para pasar a la acción no utilizo nada sofisticado; para la ejecución principalmente el ecosistema iCloud y para la acción dos aplicaciones gratuitas que vienen por defecto en mis dispositivos (forman parte del mismo ecosistema):
Conozco decenas de herramientas y creo que no existe nada más simple.
Tengo una nota llamada «Metas año XX» allí creo una lista de actividades, de todas lo que planeo para el año.
Y luego por cada objetivo, creo una nota con todos los detalles; a cada nota, luego le pido a «Siri» que me la recuerde (En la app de recordatorios) y es todo.
¡Fácil verdad! Obviamente las notas y recordatorios no son estáticos ni independientes:
Los mezclo con mi calendario y los contactos, pero la esencia, es que cada objetivo tiene una serie de tareas que siempre les puedo hacer seguimiento en todos mis dispositivos, poner fechas, modificar recordatorios y hasta compartir con mi equipo en la nube.
Algo mucho más eficiente que un documento físico o que incluso, muchos de los software de productividad, que en «mi caso», solo le generan más complejidad a una simple tarea que debo planear y hacer sin olvidar.
Entiendo que cada caso es muy particular y mi intención con la acción es que reflexiones sobre todos los caminos y objetivos que dejas en planeación o a mitad de ejecución por tu ineficiencia.
Un hombre eficiente
Solo así te será fácil pasar a la acción para tener una vida más simple y productiva.
Con tus caminos y objetivos definidos y organizados en tu plan, prepárate para el último drink de esta saga: Transformación.
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