El hombre «consumista» recorre un camino agotador, porque el placer físico es efímero y el dinero siempre es limitado.
El hombre moderno se encuentra a menudo en una encrucijada entre la autenticidad y la seducción de lo material.
La carrera desenfrenada por acumular bienes puede llevarnos por un sendero agotador y, en última instancia, insatisfactorio.
En este video, te invito a cuestionar la premisa de que el éxito y la realización de un hombre se miden únicamente en términos materiales.
Te animo a mirar más allá de lo tangible y a descubrir el verdadero valor de tu identidad y tu impacto inmaterial.
El filósofo y psicólogo William James una vez dijo: “La mejor arma de un hombre es su propio carácter”.
¿Eres un materialista?
Cuando deseas potenciar tu marca personal y solo validas tu progreso con los beneficios materiales, el objetivo puede volverse en tu contra.
Ser un hombre materialista, es quizá el modo más eficaz para volverse un infeliz; porque si únicamente amas la recompensa, terminarás despreciando el recorrido.
Si crees necesitar más cosas para ser un hombre grande, nunca te sentirás satisfecho, pues tu tiempo y tus recursos son finitos.
Esto no significa que te conviertas en conformista. La solución óptima dependerá de tus resultados y de tu satisfacción con ellos.
Si logras encontrar significado en tu identidad y disfrutas de tu impacto inmaterial, tal vez añorar más solo te complique el camino.
Y si te sientes frustrado, puede que necesites más autoconocimiento y un propósito más esencial, porque lo material nunca llenará tu insatisfacción mental.
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