El hombre «consumista» tiene un camino agotador, porque el placer físico es efímero y el dinero limitado.
Cuando quieres potenciar tu marca personal, y únicamente validas tu progreso con los beneficios materiales, el objetivo te juega en contra.
Ser un hombre materialista, es quizá el modo más eficiente para ser un infeliz; porque si solo amas la recompensa, odiarás el recorrido.
Si crees necesitar más cosas para ser un hombre grande, nunca te sentirás satisfecho, porque tu tiempo y tus recursos son finitos.
Esto no quiere decir que te vuelvas conformista, la solución ideal dependerá de tus resultados y de tu satisfacción con ellos.
Si encuentras significado a tu identidad y disfrutas de tu impacto inmaterial, quizá codiciar más solo te complique el camino.
Y si estás frustrado, tal vez necesites más autoconocimiento y un propósito en lo esencial, porque lo material nunca llenará tu insatisfacción mental.
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