En vez de erguir de la nada ¡Forma tu propia manada!
Quítate la idea limitante, de que un compañero de batallas, es un amigo cercano, a veces, los mejores camaradas no saben siquiera que tú existes.
Crear de la nada, es casi imposible, si te fijas, todo lo que hoy conoces es la evolución de algo anterior más precario o con menos prestaciones.
No me refiero únicamente a lugares, dispositivos y herramientas, nosotros también de cierta forma, somos una versión avanzada de nuestros antepasados.
Eso es evolucionar. Por eso, no debes pensar que en tu rendimiento personal es diferente, remar acompañado puede ser mejor.
Si te juntas con los buenos, ser uno te será más fácil, igual que con los hábitos, los compañeros que te posibiliten tus objetivos serán deseables, los demás no.
Aunque en algunos casos, en este papel pueda intervenir tu pareja; piensa que un hombre prémium es alfa no omega.
Supeditar tu potencial a los límites de tu partner, puede ser deprimente, y condicionará lo que aspires lograr.
3 compañeros productivos de un hombre prémium
- Facilitadores
- Hacedores
- Cuestionadores
Facilitadores
Son aquellos amigos, socios o referentes que pueden simplificarte el camino, bien sea porque ya lo recorrieron o porque van delante de ti.
Los facilitadores, pueden ser mentores, entrenadores, libros, pódcast, cursos, incluso viajes a lugares con culturas desconocidas e identidades colectivas diferentes a la tuya.
Fomentar, consumir y colaborar con quienes ya tienen nuestros hábitos deseados te puede simplificar el recorrido, recuerda que la admiración facilita la ejecución.
Hacedores
Son aquellos hombres o referentes que te sirven de ejemplo, que con sus hechos, te muestran que es posible lograr la tarea que quieres ejecutar.
Al igual que con los facilitadores, piensa que nuestros hábitos son nuestros ejércitos o nuestros mendigos, dependiendo del reto o del castigo.
Un hacedor, te obliga a centrarte en la producción «aunque necesites facilitadores para equivocarte barato y pivotar rápido» con ellos pasarás a la acción.
Cuestionadores
Estos son geniales, los típicos amigos que lo critican todo, que no tragan entero y que debes justificarles cada acción porque te destruyen la idea en segundos.
Me gustan porque aunque todos somos un poco de los tres en diferentes escenarios, de cierto modo me identifico, lo que puede volverme lento a veces.
Lo importante aquí es potenciarlos en ti y buscar afuera los que te complementen, los demás, los puedes desechar, probablemente solo te hagan demorar.
¿Qué puedes hacer ya?
- Arma tu grupo de facilitadores, siempre son mejores especialistas que generalistas, por ejemplo: un podcaster de finanzas, un autor de mentalidad, y un instructor de fitness.
- Identifica en tu círculo cercano, aquellos que hablan menos y hacen más, frecuentar hombres que no andan con dramas te volverá menos dramático.
- Y por último, imagina que vas a una guerra física y mental, y necesitas de un ejército para sobrevivir, ¿a quiénes alistarías?, reclútalos, aprende y rinde mejor.
No se te olvide:
En vez de erguir de la nada ¡Forma tu propia manada!
Renzo D’Angelo
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