Los proyectos que perduran, mezclan la tozudez de un hombre y el interés de otros más.
Aunque tengas los conocimientos, la habilidad, y los huevos para construir una ciudad bajo el agua, en algún momento, el agua ganará.
Identificar y diferenciar modas, tendencias y cambios de comportamiento, puede ser clave para un negocio sostenible.
Sin embargo, no será suficiente, porque una tendencia no determina si podrás lograr algo mañana, menos una moda aparente.
Ver para luego entender cuáles tendencias virarán en cambios de mentalidad, te permite trabajar con el río a favor, en lugar de contrariarlo.
Aunque para innovar deberás nadar a contracorriente por un tiempo, cuando el agua se vuelva fácil de navegar, ya tendrás que virar nuevamente, a menos que quieras hundirte en la igualdad.
Por eso, estés creando un negocio paralelo, preparándote para emprender una idea «innovadora» o desees mejorar un proyecto actual, la premisa es la misma.
Establecer nichos que mezclen demografía, tecnología y ciencia, pueden hacerte un hombre sostenible en el tiempo.
Nunca será lo mismo producir un producto para un adolescente que para un hombre soltero o para un hombre de mediana edad, así como tampoco para tipos conectados y a la vanguardia de las nuevas tecnologías que dirigirte a algunos raros fuera de línea.
Por más que te empeñes por un tiempo, en algún momento los desconectados se pondrán al día y presionarán tu proyecto a la corriente.
Así que, por más que te niegues a mezclar demografía, tecnología y ciencia, el cambio de comportamiento, más pronto que tarde, arrastrará a tu nicho, haciéndolo «sin importar cuál sea tu solución» algo insostenible.
Entonces, si quieres permanecer vigente por más tiempo, concéntrate en soluciones sostenibles, que aunque irrumpan los entornos para mantener tu distintivo, se alineen con las necesidades del hombre que quieres ayudar.
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