Diferenciar una moda de un cambio de comportamiento, puede destacar o destruir tu marca masculina.
Bien dicen que la moda no es real, y lo real no es moda, y separar el trigo de la paja forma parte de ser un hombre disruptivo.
Entender la diferencia entre una tendencia, un estilo, un avance y una moda es fundamental para tomar decisiones acertadas e innovar en tu negocio personal.
Porque tanto si adquieres una moda como un avance, o como si no haces nada ante un cambio porque creíste que era una moda tendrás dificultades competitivas.
Por ejemplo, si hubieras tomado la transformación digital como una moda en su momento, de seguro hoy tu negocio no existiría o tendrías dificultades graves.
Porque los entornos digitales no son una moda, son un cambio en el comportamiento de los usuarios, bien sea por economía, rapidez o conveniencia.
Si hubieras centrado todos los esfuerzos de marketing de tu negocio en Google﹢ hoy tu presencia en línea estaría eliminada, porque dicho medio fue una moda, no cambió el comportamiento de las personas, algo que sí lograron otras plataformas.
Sin embargo, en un periodo mayor de tiempo, hasta las redes sociales mejor posicionadas podrían desaparecer sin afectar nuestra necesidad de relacionarnos, informarnos, inspirarnos y conseguir clientes en internet.
Probablemente estos sean hábitos digitales que nos acompañen por décadas.
Estos ejemplos son la superficie, lo que es real es evolucionar constantemente, y lo que es moda, es la herramienta y/o medio que usas para lograrlo en un espacio de tiempo.
La tendencia es lo que sube o baja en las modas, y el estilo puede perdurar para siempre.
Por eso, crear, evolucionar, gestionar el cambio y no parar de progresar, es la manera inteligente de sobrepasar las modas aparentes y crear un estilo innovador que te represente.
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