Para ser sostenible, debes vender, para ser un hombre próspero, debes ser un salvador.
Cuando me oyes hablar sobre ayudar a los demás, puede sonarte a fundación para niños pobres, o alguna acción de comunista activista.
Y la pregunta siguiente es, si no vendo no vivo, por eso, vuelcas todos tus esfuerzos en vender lo que sea que vendas en tus negocios.
Cuando, en realidad, me refiero a centrarte en ayudar a tus clientes, a solucionarle un problema y cubrirle una necesidad.
Y aunque parezca de primer año de marketing y ventas, créeme a la mayoría de los hombres autónomos, emprendedores y empresarios les cuesta trabajo esta lógica de la prosperidad en los negocios.
Aporta valor y degrada lo demás ¡Vende menos; soluciona más!
Renzo D’Angelo
A muchos se les van los años únicamente persiguiendo dinero (y cada vez más dinero) pues para mantener la calidad de vida que buscan necesitan más empleados, y más personas; más problemas.
Y el agobio no son las personas, sino la razón por la que las necesitas, ¿para hacer menos?, ¿para validarte ante los demás?, ¿por qué un cacique será poderoso solo si tiene a cargo muchos indios?
Espero hacerme entender, la cuestión no es ni el dinero, ni el crecimiento, ni tu ambición. Es ayudar al otro, y la contraprestación es la respuesta a tu trabajo; es tu verdadero progreso.
El error es que te centras en vender perdiendo de vista el objetivo principal; ayudar y solucionar un problema por el que otros hombres estén dispuestos a pagar mejor.
Pues a nadie le importa las cuentas que tengas por pagar, o lo que tengas que hacer para lograr tus ambiciones.
Lo único que le concierne a tu cliente, es cómo le solucionas su problema y cuánto debe pagar por ello, lo demás, estorba.
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