Menos posesión, más dominación

Menos posesión, más dominación

Por qué un minimalismo más varonil puede hacerte un hombre más fuerte y efectivo en tus proyectos y negocios.

El minimalismo moderno puede defraudarte. Lo han convertido en una excusa para debilitar hombres, no en una estrategia para hacernos más efectivos. No es deshacerse de cosas, es deshacerse de lo que te ata.

La comodidad corrompe, y cuantas más posesiones acumulas, más ataduras creas. Un hombre atado no domina, obedece. ¿A quién? Al statu quo de mantener ese estatus.

El minimalismo blando vs. un minimalismo más varonil

Minimalismo blando vs. minimalismo varonil

La versión moderna del minimalismo está contaminada de sentimentalismo y fragilidad. Te hablan de “desapego emocional” o “vivir con lo esencial”, pero sin un objetivo claro. Un cuchillo sin filo no corta. Un hombre sin propósito no está a cargo.

El minimalismo varonil, más que un estilo de vida, es un arma estratégica. Su premisa es contundente:

  • Cada objeto que posees debe tener una función práctica o ser un símbolo de tu identidad masculina.
  • Lo que no fortalece, debilita. Un armario lleno de ropa que no usas es un cementerio de decisiones mediocres.
  • Un hombre usa lo que tiene para vencer. No colecciona cosas; las usa para conquistar.

Cómo aplicar el minimalismo varonil (sin volverte un monje tibetano)

Cómo aplicar el minimalismo varonil

Deshazte de lo inútil

Por ejemplo, generalmente mantengo mis áreas de almacenamiento libres de recuerdos, todo lo he digitalizado en años anteriores.

Sin embargo, cuando veo que comienzan a acumularse cosas, me deshago de todo lo que me cueste menos de USD20 reemplazar. Eso me da un filtro rápido para no mantener objetos “por si acaso”.

No guardes nada que no tenga un uso concreto en los próximos 90 días. Esa guitarra que no tocas desde 2015. A menos que un objetivo claro y decidido sea tocar más la guitarra este año, entonces, tiene sentido que la veas constantemente, incluso, como un elemento decorativo. Los libros que compraste para aparentar ser un hombre “más culto”. Son farsas. Véndelos, quémalos o entiérralos.

Un hombre no necesita decorar su vida: la construye.

Convierte tu entorno en un campo de entrenamiento

En mi caso, mantengo el cuartel masculino libre de papeles, no uso archivos ni libros físicos desde hace más de una década, y únicamente verás en mi mesa, un MacBook, un iPad mini, y tal vez mi micro y alguna luz cuando estoy grabando o en FaceTime con clientes.

Intenta mantener tu cuartel masculino como un sitio sagrado, es tu espacio, míralo como el único lugar en donde nadie debe entrometerse.

Tu espacio debe reflejar tu disciplina:

  • Tu escritorio: Solo laptop, iPad o teléfono inteligente. Nada de figuritas “inspiradoras”.
  • Tu ropero: Máximo 10 prendas versátiles. Si no las usarías en una negociación o en un combate, elimínalas.
  • Tu mente: Borra aplicaciones, contactos y compromisos que no aporten a tus metas. Y sobre todo, mensajerías y redes que no te aportan valor. Mantén tu sistema de productividad simple.

Usa la escasez como ventaja

La necesidad agudiza el ingenio. Si limitas tus herramientas, te verás obligado a dominarlas. Un cuchillo bien afilado es más letal que un arsenal desorganizado.

Si solo tuvieras 30 minutos al día para trabajar, aprenderías a ejecutar con precisión, no a perder tiempo en trivialidades.

Inicié este camino como hombre minimalista hace mucho tiempo, y la mayoría de las soluciones que diseño, proyectos, ideas, escritos, ni siquiera vendrían a mi mente si no hubiera desocupado mi tren antes de partir.

Recuerda: La fuerza de un hombre precisa de más obstáculos, no de más comodidades.

Los hombres más influyentes de la historia no triunfaron por tener más recursos, sino por imponerse más límites. Menos opciones = Más acción.

Cuando no tienes alternativas, te enfocas en ganar con lo que tienes. La acumulación entorpece la agilidad. No puedes moverte rápido si cargas una mochila llena de piedras. ¿Verdad?

El desafío final

Hoy mismo, haz este ejercicio: Toma tres cajas. Etiquétalas: Útil, Inútil, Dudoso.

  1. Recorre tu casa y llénalas. Sé implacable. Si dudas, va a Inútil.
  2. Deshazte del contenido de Inútil. No lo regales: simboliza romper con la mediocridad.
  3. Revisa Dudoso en 30 días. Si no lo has necesitado, elimínalo.

Tira lo que no usas, lo que no necesitas y lo que te hace un tipo blando. Si duele, mejor. Cada objeto eliminado es una atadura menos. Decide hoy, en este ciclo: ¿serás dueño de tu espacio o su prisionero?

Cuanto más liviano inicies esta carrera, más fuerte y efectivo serás con tus proyectos, negocios, y sobre todo, tu marca personal masculina.


Avatar de Renzo

Renzo D’Angelo

Deja un comentario

Tu email personal no se publica ,)

Clan de hombres prémium

Únete, y recibe mi boletín semanal para impulsar tu marca personal y negocios como un hombre prémium.