Subestimas la importancia de un paso constante y sobrestimas cómo ser un hombre grande.
Así como para ser el hombre adulto que eres ahora debiste ser un adolescente, funcionan las misiones que crees imposibles.
Muchas veces asocias una vida extraordinaria con determinaciones iguales, y puede que valga la pena tener una visión de tus objetivos a largo plazo.
Sin embargo, impactas más tu presente y resultados del futuro, con las pequeñas decisiones diarias.
Sentirte orgulloso con el hombre que eres, es una decisión. No una sola, sino una cadena de pequeñas decisiones acertadas cada día.
Por ejemplo, si eres un hombre obeso, seguramente llevas tomando decisiones diarias sobre tu alimentación que te han llevado a un peso poco saludable.
Igual pasa con tus proyectos personales, seguramente tienes un montón en un cajón olvidado, porque nunca encuentras el espacio necesario para retomarlos.
En ambos casos subestimas lo que se puede lograr con un pequeño paso, y el primero es comenzar.
Ahora, yo sé que suena sencillo, y que debes estar pensando que hay algo más para lograr los objetivos, porque no es simplemente decir, no comeré basura o emprenderé este proyecto, ¿verdad?
Piensa que tanto los resultados mediocres como los sobresalientes tienen un denominador común, los hábitos que te llevan a ellos.
Dicho de otro modo, buenos hábitos te llevan a resultados extraordinarios y malos hábitos a resultados mediocres.
Entonces, ¿cómo romper el ciclo?, identificando ambos tipos de hábitos, reemplazando los malos por buenos y fragmentándolos en decisiones tan pequeñas que te sea imposible no ejecutarlas.
Si realizas pequeñas acciones a diario, incluso, imperceptibles, podrás cambiar los resultados de tus acciones en el corto y largo plazo.
Por eso, siempre es mejor actuar ahora con pequeñas decisiones que esperar a estar preparado para emprender grandes cambios, porque probablemente; nunca estés listo.
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