Branding Incorrecto: Conformarte

Conformarte; el descontrol de un hombre

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Conformarte; el descontrol de un hombre
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El tercer fallo es cuando la mediocridad y procrastinación te controlan como hombre de negocios.

Dominar los detalles como hombre de negocios te lleva a una dimensión de tranquilidad que se traduce al final en rentabilidad.

Perder la innovación y distintivo de tu servicio luego de un tiempo en el negocio es algo normal y muy rara vez dejará de ocurrirte, a menos que centres la diferencia en tu marca personal.

La cuestión es, que si dejas de controlar tu nivel, porque no te actualizas, desmejoras en el manejo del tiempo porque todo lo postergas y te conformas con peores clientes, porque son los que te compran.

Llegará un momento en el que no controlarás nada más allá de un simple tema administrativo que incluso, si te digitalizas también pasará a un segundo plano.

La mayoría de estos desaceleradores de tu entusiasmo están relacionados con tu mentalidad por eso nunca puedo dejar el modo de pensar fuera de la ecuación.

Una buena estrategia de construcción de marca masculina siempre deberá comunicar un mensaje real de lo mejor que tienes para ofrecer y prometer, y si estás vacío poseerás problemas.

El fallo «conformarte» lo asocio con un servicio de mala calidad, con decadencia, flojera, falta de tiempo para todo y una actitud conformista de quedarse esperando a que todo suceda por no ser lo productivo que quisieras.

Todo cambia y evoluciona ¿Qué haces sólo mirando?

Renzo D’Angelo

Sintetizado: Movimiento = pequeños pasos todos los días hacia tu meta.

En el levantamiento de este fallo he identificado algunos puntos comunes del hombre incorrecto en los hombres conformistas que quisieron comunicarse mejor y por estas razones no lo lograron.

3 elementos para no conformarte en tu marca personal

  1. Excelencia
  2. Progreso
  3. Eficiencia

Excelencia

Huirle a la mediocridad buscando ponerle el sello de “excelente” a lo que vendas te hará sobresalir y permanecer en la categoría de “rentable”

  • Si tu servicio es magnífico, fortaleces las relaciones con tus clientes a largo plazo
  • Te haces de un nombre que pesa más que el dibujo o color específico en tu marca
  • Podrás centrarte en los beneficios de lo que haces más que en la cantidad.

De los 50 clientes que estudié para esta saga, el 56 % tenía problemas con la calidad de su producto, servicio o entregable.

  • Bien sea porque este no tenía la calidad que ellos decían tener
  • No contaban con una revisión constante de sus competidores para confirmar que realmente fueran excelentes
  • O porque su entregable era de bajo nivel y pensaban que el hombre estratégico podría posicionarlo como bueno.

Con explicaciones del servicio excelentes e iguales a sus colegas; los beneficios de lo que vendían era cuestionado; una posible causa que yo defino: flojera investigativa.

Progreso

Esto puede sonarte a cliché, sin embargo, el avance personal y profesional es un indicador, incluso, de tu felicidad, eso sí, cuando no asocias progresar a ser más grande o vender más, porque no va por ahí.

  • Si mejoras todo el tiempo lo que sea que vendas, siempre podrás cautivar a mejores clientes, (clientes geniales)
  • Construir un entorno deseado y desconectado de los códigos sociales de «empresario» te permite vender con pasión
  • Cuando dominas el juego contraintuitivo de tu propia versión del progreso comienzas a tener el control de tu sistema y objetivo práctico.

De las marcas personales y comerciales que analicé el 76 % de los hombres de negocios manifestaban este error.

  • Había marcas que tenían más de cinco años con los mismos servicios, ¡igualitos!
  • Sus aspiraciones de negocios estaban en función de vender más porque eso los haría sentir “más exitosos”
  • Pero cuando revisamos a fondo sus sistemas no había más que objetivos «fusilados» de otros negocios.

Avanzar o crecer como hombre de negocios no está relacionado con vender más sino con vender mejor, o así lo veo yo, porque las marcas con este error no lograban ninguna de las dos.

Eficiencia

Wow uno de mis puntos favoritos; ser un hombre eficiente—o retarte a serlo, te cambia la visión; aquí juega tu factor finito “el tiempo”, si todo depende de tu rendimiento y más en una marca personal y pequeño negocio. Entonces la productividad se convierte en protagonista de tus resultados.

  • Cuando tienes el control de tu día, y tener el control me refiero a que tú decides en qué inviertes cada minuto de tu tiempo y no los demás, entonces te das cuenta de que si te vuelves un experto en tu productividad podrás conseguir lo que quieras con tu marca personal
  • Podrás diseñar tu jornada, buscando cómo hacer lo mismo o menos con mejores herramientas y menos personas involucradas, deja de pedir, deja de hacerlo igual
  • Vuélvete un inconforme de tu marca, servicio y negocio, solo así evolucionarás constantemente hacia lo que yo llamo un hombre prémium.

De todas las marcas que investigué el 72 % de sus hombres de negocios eran ineficientes en su negocio.

  • Hacían lo mismo eternamente, por lo general, se manejaban igual que cuando empezaron, porque alguna vez les había funcionado, y te estoy hablando de tipos jóvenes entre 35 y 45 años
  • La mayoría conformes con la baja efectividad de su servicio y buscaban solucionarlo con más ventas cuando su proceso comercial era ineficiente
  • Usaban herramientas caducas y complejas, adicional nunca ponían día y hora para mejorar su servicio, hacerle reingeniería a su negocio o simplemente mejorar su calidad de vida.

Siendo víctimas de la procrastinación tenían buenas ideas y en su cabeza una marca idealizada que nunca podían alcanzar porque no tenían tiempo para hacerlo.

Gráficas del fallo #3

  • Branding Incorrecto: Fallo 3 Gráfica 1
  • Branding Incorrecto: Fallo 3 Gráfica 2

Muestra del Estudio: 50 hombres de negocios con marca personal y comercial.

Conclusión

Del 100 % de las marcas, en las que su hombre de negocios cometía los 3 errores del fallo “Conformarte” (excelencia, progreso y eficiencia) el 80 % de sus negocios y marcas ya no existen.

Perder el control de tu marca y conformarte con ser lo mismo siempre por pereza o mediocridad te puede hacer desaparecer.

Y sé que puedes decir, Renzo la gran mayoría de pequeñas marcas y negocios funcionan así, claro que sí, y fíjate que puede ser una explicación de su enorme tasa de cierre, la cuestión es reflexionar y preguntarte:

  • ¿Un hombre que pone la excelencia por encima de todo la tendrá más fácil?
  • ¿El progreso le dará sentido a tu vida o por el contrario tendrá un costo muy alto?
  • Lo que no controlas no es tuyo, ¿aplicará para tu administración del tiempo?

¿Qué puedes hacer ya?

  • Revisa en detalle el servicio que das a tus clientes, compáralo con lo que ellos consiguen en el mercado, lista lo que puedes mejorarle y ponle día y hora a esa actividad.
  • Pregúntate si has progresado lo suficiente, ¿aún te encuentras haciendo lo mismo que hace 3 o 5 años?, ¿tienes un concepto de progreso o sigues el mismo de tu entorno? si no progresas eres un hombre infeliz, (Y progresar no es ser más grande) define ahora mismo lo que es ser mejor para ti y ve a conseguirlo.
  • Deja de conformarte: Si no tienes el control siempre culparás “estar ocupado” de todas tus frustraciones, desintoxícate, elimina el veneno distractor, deja de procrastinar y acciona en presente para que tu futuro tenga sentido.

¡Hasta la próxima!


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Renzo D’Angelo

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