La moneda más valiosa de un hombre se llama «atención», y cuando te regalas te devalúas.
Si eres el primero que infravalora tus capacidades y lo que puedes hacer con tu tiempo, ¿qué harán los demás?
Aunque no lo evalúes de este modo, la diferencia entre un idiota y un tipo brillante es su atención, el idiota presta atención a sandeces y el extraordinario a lo que le aporta valor.
Entonces, puede que ninguno tenga algo especial, como una inteligencia excepcional o algún talento oculto más allá de un mejor modo de aprovechar sus fortalezas.
La realidad de los hombres contemporáneos, es que siempre hay alguien mejor que nosotros en lo que sea, y si te centras en eso tienes la partida perdida sin apenas comenzar a jugar.
Por eso, y teniendo en cuenta que hacer algo inútil o algo que realmente valga la pena tienen un costo intrínseco a invertir, llámalo tiempo, dinero, o el más apetecible «atención» ahora, piensa, ¿cuánto estás dispuesto a pagar?
Porque te guste o no hasta para ser un tonto tienes que dedicarle tiempo para lograrlo, los tontos también tienen competencia.
Invierto poco tiempo en las redes sociales, si me sigues desde hace tiempo lo sabes, sin embargo, sé que así como encuentras basura (la mayoría), también hay tipos que se esfuerzan por crear cosas con verdadero valor.
Y si seleccionas mejor tus monedas, puedes encontrar verdadera inspiración con ellos y hasta usarlos como referentes para rediseñarte.
La cuestión es, ¿a cuál sigues tú?, ¿de cuáles monedas llenas tu alcancía? Porque bien dicen por ahí que si no pagas por el producto, eres el producto.
Y el quid está en cuál inversión quieres asumir, ¿cuál recompensa te potencia más?, allí encontrarás la diferencia entre ser un tipo normal y uno fuera de lo común.
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