El rechazo a lo inútil, vano e improductivo no necesariamente te lleva a ser un hombre objetivo.
Entrar en la negación de nuevas responsabilidades y tareas solo porque las hueles como inoperantes; dista de volverte un hombre eficiente.
Y te digo esto porque sé que a veces es fantástico, intuitivo y a la vez repetitivo escuchar que debes saber decir no a la mayoría de las cosas que se te presentan.
Llámense interrupciones, protocolos y contenidos inútiles, que solo llevan a la procrastinación negativa, y así una lista interminable de todo lo que “en teoría” debes odiar y rechazar.
Como las responsabilidades de otros, cargas que aceptas solo para sentirte importante y alimentar la validación social.
Ahora, no quiero decir que esté mal negarte a desperdiciar tu tiempo, para nada, sin embargo, incluso diciendo “no” a todo ello, puedes seguir siendo ineficiente, porque el problema real; es que no tienes claro a lo que debes decir que sí.
Y caes en la negatividad de decir que no a todo porque lo pones en automático volviéndolo nocivo para tus proyectos y negocios.
Cuestiona tu modo de actuar ¡Concientiza para avanzar!
Renzo D’Angelo
Entonces, el quid de decir que no, está realmente en los sí, porque incluso, los sí correctos absorberán tu mente, fuerzas y tiempo, y las cosas que debes rechazar, no tendrán cabida en tu sistema productivo.
Por eso, céntrate en evaluar y escoger con cuidado a lo que dices sí, con preguntas como:
- ¿Esta tarea me acerca, estanca o aleja de mis objetivos?
- ¿La nueva responsabilidad se alinea con la versión del hombre que quiero ser?
- ¿Por hacerme cargo, perderé energías esenciales para mi proyecto personal?
De esta manera, así el mundo convulsione, tú estarás centrado en lo que realmente te importa y aporta significado a tu marca personal.
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