La inteligencia artificial está aquí, y representa un desafío sin precedentes para todos los hombres de negocios.
¿Estás listo para enfrentar la revolución de la IA? Si eres de los que se resisten a los avances tecnológicos, te tengo malas noticias.
Pues si no estás dispuesto a aprender, desaprender y reaprender constantemente, formarás parte de “los nuevos analfabetos”.
Los verdaderos analfabetos no serán aquellos hombres que desconozcan las letras y palabras, sino quienes se resistan a las tecnologías para aprender, olvidar lo obsoleto y asimilar lo nuevo.
Imagina que eres un ingeniero mecánico especializado en la industria automotriz y decides no adaptarte a las tendencias, como la creciente adopción de vehículos eléctricos, autónomos y la integración de sistemas de inteligencia artificial en el mercado automotor.
¿Qué pasará? Te quedarás atrás y serás superado por otros tipos que sí se adapten.
Y esos mismos hombres de negocios más avanzados que tú, serán los que te quitarán los clientes, no la inteligencia artificial.
Entonces, ¿qué puedes hacer para desertar de los nuevos analfabetos?
- Estudia constantemente: No basta con tener un título, incluso en algunas áreas, será inútil. Lee, asiste a cursos, talleres y seminarios en línea para mantenerte actualizado en tus negocios.
- Rodéate de hombres innovadores: El entorno influye, más en digital. Aprende de aquellos que ya han pasado por procesos de adaptación y no temen enfrentarse a diferentes tecnologías.
- Desafía tus límites: Rompe con los esquemas tradicionales y atrévete a adoptar enfoques poco convencionales. La zona de confort es un terreno estéril, así que lánzate a lo desconocido y descubre (crea) nuevas perspectivas.
No dejes que la inteligencia artificial te agarre con los pantalones abajo. Potencia tu marca personal masculina y supera tus miedos a esta y cualquier otra tecnología.
Al adaptarte a tiempo, podrás aprovechar las oportunidades de progreso profesional. Eres un hombre capaz de enfrentar los cambios y liderar en cualquier circunstancia si así lo piensas. Sé crítico, disruptivo y, en lugar de quejarte, marca la diferencia.
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