Los resultados pobres como hombre profesional se enlazan con iguales esfuerzos en tu desarrollo personal.
La inconformidad con tus resultados y la frustración mental de no encontrar un modo para mejorarlos; se soluciona cambiando tus hábitos.
Al accionar distinto, podrás adherir costumbres inusuales a tu rutina siendo disciplinado al inicio para luego reautomatizar.
La cuestión va, de que no puedes pretender vivir bajo tus condiciones si haces todo lo posible por comportarte como un hombre común.
Antes de pensar en lo que quieres obtener de cualquier actividad, reflexiona lo que estás dispuesto a hacer para conseguirlo.
¿Trabajarás tres horas más?, ¿estudiarás en las madrugadas para evitar interrupciones?, ¿sacrificarás dos años del tiempo que dedicas a tus familiares y amigos para invertirlos en tu proyecto?
El quid está en dejar de hacer actividades ordinarias, incomodarte y esforzarte creando un sistema que te permita conseguir objetivos impresionantes.
Comentar