En lugar de encandilar ¡Brilla para iluminar!
Moldear tu mentalidad para ser un hombre mejor, más competitivo y con mejores resultados no implica alardear o mostrar lo que no eres.
Este mensaje de mejoramiento continuo y de explotar tu mejor versión, no se relaciona con dinero y posesiones, sino con tu nivel de conciencia.
Abrir tu mente a nuevos conceptos, estrategias y maneras de accionar te da un poder adicional, que bien manejado, puedes convertir en tu distintivo personal y profesional.
¿Alguna vez has viajado en tu auto de noche? Recuerdas este típico tipo encandilándote por detrás para poderte pasar.
Cuando alardeas de lo poco o mucho que sabes, te conviertes en ese tipo fastidioso incapaz de controlar su ego y desesperación.
En cambio, cuando eres consciente de que acelerar más, no necesariamente te llevará más lejos o a un lugar diferente, aprendes a subir tus luces, desacelerar un poco y abrirle camino al tipo atarantado para que pueda pasar.
Fuera del símil, lo importante para ser un hombre robusto y afrontar los desafíos de tu marca personal, negocio o producto, es bajar la velocidad y activar tu modo más avanzado, y esto te ayudará.
3 complementos para potenciar tu mentalidad de hombre prémium
- Incomodidad
- Aleatoriedad
- Inconformidad
Incomodidad
Es más difícil crear, innovar y sobre todo, adaptarte a nuevos desafíos desde la comodidad, porque son las limitaciones las que te hacen un hombre más creativo.
La comodidad te vuelve un hombre frágil, incapaz de cambiar de estrategias, tácticas y tomar vías alternas ante la caída de un puente.
Aleatoriedad
Por más que lo intentes nunca podrás saber lo que pasará en el futuro, y menos si lo proyectas desde tus eventos pasados.
Por eso, en lugar de planear sobre rutas conocidas, considera factores impredecibles (peores escenarios), que si bien no resolverán tu futuro, te prepararan mejor para construirlo.
Inconformidad
La conformidad, entre otras cosas, caracteriza a un hombre ordinario, a un hombre que no le importa mantenerse estático ante los desafíos, lo cual está bien, siempre que con esa misma conformidad abraces tus resultados.
Sin embargo, cuando quieres progresar (creciendo o no), conformarte no es una opción, porque si no eres capaz de brillar con luz propia, poco o nada podrás iluminar a los que «directa o indirectamente» te acompañan en tu viaje.
¿Qué puedes hacer ya?
- Olvídate del balance permanente, acostúmbrate a los ciclos, cuando logras añadir periodos de incomodidad a tu desarrollo personal y profesional, te mantienes alerta, activo y presto a resolver.
- Lo que te funcionó ayer tiene más posibilidades de no funcionar mañana, porque hay variables que nunca podrás controlar, por eso, prevé y acostúmbrate a lo impredecible.
- Y por último, cuando te conformas mueres, porque ya no tendrá sentido tu avance y progreso, y si en lugar de estorbar, quieres hacer un cambio significativo entre los que se relacionen contigo; mantente inconforme y mejorando «mentalmente» al hombre que fuiste ayer.
No se te olvide:
En lugar de encandilar ¡Brilla para iluminar!
Renzo D’Angelo
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