El hombre automático es aquel cuyas acciones carecen de intención consciente y deliberada.
En el frenesí del mundo moderno, los hombres podemos vernos tentados a caer en patrones de comportamiento automáticos.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando rompes estas cadenas y te atreves a tomar el camino menos transitado?, ¿qué pasa cuando elegimos deliberadamente ser diferentes, incluso a riesgo de incomodar a los demás?
En este video exploro, precisamente, este territorio desconocido. Te invito a cuestionar el statu quo, a profundizar en tu conciencia, y a buscar maneras de crear valor único en tu mundo.
Bien dijo Steve Jobs: “Ser un hombre innovador es más sobre decir que no a mil cosas”.
¿Eres un hombre automático?
Aunque puede ser útil apoyarte en el conocimiento colectivo para no reinventar la rueda, si deseas ser un hombre disruptivo, necesitas irrumpir.
Esto aplica a tu negocio, a tu marca y a tu entorno personal. Si no provocas incomodidad, ya sea en ti o en otros, tu brillo será apenas perceptible y, como hombre estándar, pasarás desapercibido.
Considera tus productos y servicios. ¿Cómo podrás ayudar a tus clientes si tu conciencia no está a un nivel superior al de ellos?
Para crear algo por lo que valga la pena pagar más, debes observar mejor que el hombre ordinario y crear aquello que identifiques como necesario.
Por lo tanto, rompe con el automatismo. Cuestiona más, investiga más, intenta más. Al hacerlo, aumentarás las posibilidades de crear algo valioso para los demás.
No te esfuerces en borrar tu diferencial para igualarte a otros; te costará prosperar y tu valor siempre estará por debajo del umbral.
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