No podemos rehacernos más avanzados sin dolor, solo que ahora somos unos llorones.
El hombre contemporáneo es un tipo decadente; debilitado, irritado, ofendido, maltratado, flácido y constantemente juzgado.
Recuerdo que mi padre tenía diferentes defectos, como todos tenemos, aunque nunca lo vi frágil, rendido e indefenso.
Lamento si creciste sin padre, o sin una figura masculina, conozco a muchos que aunque tuvieron uno, hubieran preferido no tenerlo.
Y no juzgo ni a la víctima ni al asesino, somos el resultado de nuestras experiencias e interacciones con nuestro entorno, nada más que antes no habíamos decodificado cómo cambiarlo para mudar nuestro destino.
La cuestión es cómo irrumpir en un entorno cada vez más hostil para los hombres, cómo avanzar cuando sientes que das un paso y retrocedes tres.
Cómo cultivar tu masculinidad cuando la moda te invade de «purpurina» y mostrar una gota de testosterona se interpreta como odio, ínfulas de superioridad, machismo y hasta racismo.
No tengo todas las respuestas, sin embargo, esta reflexión puede dejarte mejores preguntas para potenciar tu marca personal masculina.
Incomodarte y evolucionar
No puedes irrumpir como un tipo bruto, ignorante y abandonado a lo que aprendiste en el pasado.
Solo, que ni el «más varón» puede reconstruirse sin sufrir, porque duele tanto quitar como adherir.
Es fácil desde el desarrollo masculino, la autoayuda y la marca personal hablar de ser un hombre mejor, es simple entender que debes reemplazar lo caduco que aprendiste para avanzar.
Es común hablar de versiones de ti como de las novedades de cualquier sistema operativo.
Nunca he escuchado a un hombre decirme que no entiende lo que quiero decirle cuando me refiero a los beneficios de ser su versión más potente, su modelo de hombre prémium.
Sin embargo, es tan desafiante el proceso para ser un hombre grande, tan complejo de entender y desgastante, que lo inútil seguirá siendo inútil, así lo repitas mil veces.
Sobre todo, tan raro encontrarte con un hombre diferente que, al final, prefieres quedarte igual, no esforzarte más y en lugar de incomodarte por los resultados que quieres, conformarte con lo que logras andando a media máquina siguiendo objetos relucientes.
Muchos hombres vuelan con un solo motor (teniendo 2) y como ven que pueden planear por el mundo sin pena ni gloria, y sin trabajo duro, entonces creen que está bien. Si lo piensan genial, no hay lío, no todos precisan ser hombres especiales, y si estás conforme adelante.
Únicamente que, para otros hombres, este no es el esquema, y son conscientes de que vuelan por debajo de sus capacidades (lo saben) y lo rechazan. No comulgan con la rendición ni la feminización.
Porque no se conforman con sus resultados y por eso; leen textos como este, escuchan pódcast como el mío, y ven en mí algo más que un pendejo hablando del poder que te da mudar tu mentalidad para ir más allá de sus misiones que parecen imposibles.
Por eso, cada vez que imagino algo nuevo, reflexiono sobre tu odio, inconformidad, frustración, y trato, desde mis capacidades, mostrarte que hay opciones más allá de la narrativa derrotista.
Romper libretos y crear
Si bien todos son guiones, y yo no soy nadie para decirte cuál es mejor, pues hay tantos libretos como hombres brillantes, y si creas el tuyo, de seguro, conseguirás lo que sea que te propongas y alcanzarás lo que te dé honor y significado.
Y si fallas, que también es una opción, no tendrás a quien culpar, entonces tu responsabilidad te hará levantarte más hombre, rediseñado y más fuerte para seguir batallando.
Por ello, comencé con este blog, y hoy, seis años después y con 45 años, no he terminado, me gusta partir de la certeza de estar equivocado, así que no paro de crear.
Siempre puedes generar sobre lo que sepas, te apasione y veas que falta en tu entorno, no tienes que autodefinirte como un hombre creativo para aportar valor a tu clan.
Al estudiar y producir podrás ver que hay más caminos, más alternativas, más modos de vivir y disfrutar de tu masculinidad, de tu creación y trabajo, de tu arte, sin ser un esclavo moderno centrado únicamente en comerciar.
Así que, si realmente quieres ser un hombre rediseñado, antes de tu mentalidad, fortalece tus cojones, porque no es fácil, no es simple y tampoco es común. Si así lo fuera, no habría tantos desahuciados por ahí.
Tal vez mis ideas te sirvan de algo, ¿quizá las de otro tipo más inteligente?
Indiferentemente de los contenidos que consumas, lo importante es lo que haces con ello y cómo lo interiorizas en tu cotidianidad de hombre inconforme, buscando una identidad, que ahora parece perdida.
Y si has visto, leído y escuchado suficiente, ¿tal vez ahora sea un buen momento para dejar de procesar y reiniciar como un hombre renovado?
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