Haz de lo fácil un pretexto ¡Rediseña el contexto!
Para predecir tus logros futuros, basta con revisar tus hábitos diarios, porque la suerte tiene menos azar y más responsabilidad de lo que crees.
Si controlas la preparación, ejecutar la tarea se vuelve fácil, por esa razón dejas tantas cosas inconclusas, porque quieres hacer sin configurar las condiciones primero.
Se trate de un objetivo en tu marca personal, nuevos productos en tu negocio o un cambio de ruta en tu papel de hombre familiar, siempre debes preguntarte ¿Cómo puedo facilitar la ejecución?
Suena obvio, sin embargo, por qué lo complicas todo; si quieres bajar de peso llenas la nevera de basura, quieres ampliar tu mentalidad y frecuentas los fracasados de siempre, quieres ser más rentable y vendes productos mediocres.
Tu entorno físico y digital, marca tu progreso personal, incluso lo que ves como casual, también es tu elección.
3 hábitos para atraer “la suerte” de un hombre prémium
- Recorrido
- Ambiente
- Destino
Recorrido
Marca en una línea imaginaria, la distancia para ejecutar los buenos hábitos. Vuelve difícil lo que te perjudica y fácil lo que te ayuda.
Si pones atención a tus acciones es más fácil hacer las cosas simples que volverlas complejas.
Tu meta es volver frecuentes los hábitos que te facilitan el objetivo, así como hoy tus malos hábitos están arraigados en tu rutina; debes reemplazar y automatizar.
Ambiente
Tu entorno debe facilitarte, no dificultarte la acción. Aquí entran desde los lugares en donde se ejecutan los hábitos, hasta las personas que te rodean.
Tienes que fluir en tu rutina, y si en tu trabajo, las herramientas que usas, los sitios que consultas y las personas con las que interactúas lo vuelven fácil genial, de lo contrario, es momento de cambiar o de despedirte de lo que quieres lograr.
Alcanzar un objetivo requiere trabajo y esfuerzo y si tienes el ambiente o las personas que te rodean en contra, será doble.
Destino
Son tan importantes tus entornos como tus acciones. Piensa en los objetivos como secuencias de tareas y no en una única acción.
Culpas a la suerte de tus malos resultados, sin embargo, cuando aciertas, eres el responsable y exitoso. Así como lo bueno te corresponde lo malo también, haz que la suerte tenga menos casualidad y más responsabilidad.
Tal y como abrazas el mérito cuando logras algo positivo, abrázalo cuando la cagas. Tienes más inherencia en tu destino de lo que los hombres ordinarios piensan, así que crea las condiciones para que todo suceda.
¿Qué puedes hacer ya?
- Así como los hábitos negativos y repetitivos gobiernan tu vida ahora, automatiza los que te acercan al objetivo.
- Aunque saques miles de pretextos, siempre tú eres quien elige el contexto, dale más protagonismo y fluye con dinamismo.
- Y por último, centra tus esfuerzos en crear las condiciones que te hagan brillar, olvida la suerte y espera el fruto de tu entorno particular.
No se te olvide:
Haz de lo fácil un pretexto ¡Rediseña el contexto!
Renzo D’Angelo
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